sábado, 22 de marzo de 2008

Los consejos prácticos

Todos los cuchilleros, cazadores, pescadores y los que simplemente gustan de buenos asados, tienen opiniones diversas acerca de como mantener un cuchillo.
Muchos tienen piezas manufacturadas (hechas en fábricas) y por ende poseen un acabado especial en el acero que muchas veces basta con pasarles un trapo húmedo para limpiarlo.
Pero otros son amantes de los cuchillos artesanales y éstos generalmente no presentan el terminado de los de fábrica, aunque son igualmente valiosos o más.
Es por eso que cuando uno se encuentra con otro aficionado se produce la pregunta frecuente...¿como lo mantiene?
Entonces la respuesta genera un ida y vuelta de experiencias, todas las cuales son recogidas, a veces con indiferencia para no reconocer la valía de la misma y otras, con más generosidad, son reconocidas como un dato importante.
Pero vallamos al meollo de la cuestión.
Los cuchillos de acero inoxidable ( no son de mi gusto ), se limpian con agua caliente o fría, se les pasa un trapo o se los deja secar naturalmente y se acabó el trámite.
Los que son de acero carbono oxidable deben ser tratados de otra manera.
Por lo general cuando comemos asado, usamos el cuchillo para pinchar una rodaja de tomate o un poco de lechuga o simplemente cortar un limón.
Todos estos vegetales afectan la hoja del cuchillo dejando marcas que no salen con agua y detergente.
La propia carne tiene en su grasa elementos que marcan el acero y la conjunción de todos estos elementos provoca que el cuchillo quede marcado y con un aspecto poco presentable.
Claro está que algunos cuchilleros prefieren mantener la hoja engrasada, para que no se oxide y solamente se ocupan de darle filo, cuando lo requiere.
Pero el cuchillo merece un trato mejor y para eso recogí algunas prácticas que considero saludables para mantener a nuestro amigo en ideales condiciones.
Lo que para mi es lo más adecuado y deja la hoja como nueva es, después de lavarlo con agua fría y pasarle un trapo bien apretado para arrastrar la grasa que haya quedado adherida, es utilizar una lija al agua de grano extra fino.
Esta lija al agua de grano extra fino, no lastimará la hoja y la dejará limpia y brillante, como para lucirla como se merece.
El uso de este elemento tampoco desgastará la hoja porque el grano es casi imperceptible, pero lo suficiente como para quitar todas las impurezas y pulirlo a nuevo.
Quien no crea en esta práctica, puede emplearla una vez y si la cosa no funciona , nada perderá, pero les aseguro que la adoptarán para siempre.

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